martes, 17 de julio de 2018

Cómo dar una mala noticia

Darle una mala noticia a alguien nunca es algo agradable, pero hacerlo en el momento incorrecto es aún peor. Por ello, es importante saber la mejor manera de contar una mala noticia. La verdadera dificultad, además del contenido de la mala noticia, es que hacerlo es tan difícil para la persona que la da como para aquella que la recibe. Aprende algunos métodos para saber cómo dar malas noticias sin causar el menor daño posible para ambas partes.

Parte1
Elegir tus palabras

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    Controla tu propia reacción. Antes de prepararte para darle una mala noticia a alguien, es necesario que tengas en cuenta tus propias emociones.[1] Las noticias también pueden afectarte o perturbarte considerablemente aun cuando no te afecten directamente. Por ello, es importante que te des la oportunidad de recomponer tus sentimientos antes de que intentes explicar las cosas a alguien.
    • Podrías tomar una taza de café, ducharte, meditar o practicar la respiración profunda durante unos minutos, o simplemente sentarte en un lugar oscuro y tranquilo por un momento con la finalidad de recobrar la compostura. Una vez que hayas superado la conmoción inicial, te será menos intimidante contárselo a la otra persona, pero es importante que reconozcas el hecho de que aún puede ser algo difícil.
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    Determina la forma en que narrarás la noticia. Antes de dar la mala noticia, es importante que tengas una idea de lo dispuesto y capaz que estás para compartirla. Sé discreto y comparte la información de una manera que pueda ser clara para la otra persona.
    • No divagues ni te involucres en charlas triviales. Esto será más sencillo para la persona que recibe las malas noticias que irte por las ramas. Cuenta lo ocurrido para así explicar los acontecimientos. Mira a la persona fijamente a los ojos y dile con un tono calmado lo que sucedió.[2]
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    Practica lo que vas a decir. Esto podrá ayudarte a formular las preguntas que te gustaría utilizar, pero prepárate para ser flexible y estar listo para adaptarte a las señales de la otra persona. Las palabras y tu estilo para transmitir el mensaje dependerán de tu personalidad, tu relación con la persona a quien se lo contarás y el contexto de la noticia.
    • Si hubo un accidente y alguien murió, practica decirlo de manera directa, pero con cuidado. Puedes decir lo siguiente: “Lamento decirte esto. Miguel tuvo un terrible accidente automovilístico”.
    • Dale a la persona un poco de tiempo a fin de que se prepare emocionalmente para lo que podrías decirle y, después de respirar para recobrar la compostura, te preguntará: “¿Qué sucedió?” o “¿Cómo está?”. Luego, dile de manera directa lo siguiente: “Lo siento, pero falleció”.
    • Si perdiste tu empleo, puedes decir: “Me da mucha pena decir esto, pero la compañía ha sido absorbida por una red más grande” y luego terminas con: “Y desafortunadamente me han despedido”.

Parte2
Escoger el contexto adecuado

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    Determina si eres la persona adecuada para dar la mala noticia.[3] Si eres un conocido casual que acaba de enterarse de la mala noticia, es posible que no debas ser quien la cuente.
    • Por ejemplo, es insensible divulgar información personal o sensible por medio de las redes sociales solo porque eres consciente de ella. Si la noticia se relaciona con una muerte u otra circunstancia grave, dale a la familia o los amigos cercanos tiempo para llamar o visitar a las personas personalmente antes de involucrarte.
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    Asegúrate de que el entorno físico sea cómodo y privado. Lo peor que puedes hacer es que se te escape algo en un lugar público sin que la otra persona tenga un lugar donde acudir o sentarse para lidiar con lo que ha escuchado. Escoge una zona donde haya un lugar para sentarse o descansar.[4] También considera la posibilidad de llevar a la persona a un lugar donde no haya muchas probabilidades de que alguien los interrumpa. A continuación, estas son otras cosas que puedes hacer para mejorar el entorno:
    • Apaga todos los dispositivos electrónicos, tales como la televisión, la radio, etc.
    • Baja las persianas o cortinas en caso de que eso mejore la privacidad, pero no bloquees demasiada cantidad de luz si es de día.
    • Cierra la puerta, utiliza un biombo u otro objeto a fin de crear un espacio privado solo para ambos.
    • Si consideras que sería útil, pídele a un familiar o amigo que te acompañe.
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    Si es posible, elige el momento adecuado.[5] En ocasiones, no es posible esperar porque es necesario dar la mala noticia inmediatamente, antes de que comiencen a correr los rumores. No obstante, si es posible, retrásala hasta que la otra persona esté disponible y receptiva.
    • En otras palabras, dar la mala noticia apenas llega una persona del trabajo o la escuela, o después de haber tenido una gran discusión con su pareja probablemente no sea el momento más adecuado. Si bien no existe un “buen” momento para decir una mala noticia, es mejor esperar hasta que una persona no esté a la mitad de algo más.
    • Si la noticia es tan importante y urgente que no es posible esperar hasta un “mejor momento”, simplemente respira profundamente y di lo que sea que esté ocurriendo, por ejemplo: “Lucero, necesito hablar contigo, me temo que no puedo esperar”.
    • La sensación de urgencia también puede transmitirse por teléfono, pero es útil preguntar si pueden reunirse rápidamente de modo que puedas darle la mala noticia frente a frente. Si esta no es una posibilidad o si la persona en cuestión realmente necesita saber la noticia en ese momento, lo mejor es que le pidas que se siente debido a que necesitas decirle algo desagradable. Si te preocupa la forma en que podría lidiar con esa noticia a solas, sugiérele también que haya alguien más a su lado que puede brindarle apoyo.
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    Evalúa de antemano la manera en que la otra persona se siente.[6] También es importante averiguar lo que la otra persona ya sabe con la finalidad de no repetir las cosas o prolongar una situación que de por sí es difícil. Este paso es importante debido a que te ayudará a adaptar las palabras y el método que utilizarás para comenzar a contar la mala noticia.
    • Las cosas que deberás buscar son si la otra persona ya parece tener un presentimiento de que ha ocurrido algo malo; si tiene miedo, ansiedad o preocupación; y si esta noticia será inesperada (como una muerte en un accidente automovilístico) o algo inevitable pero que aún no se ha afrontado (como el fracaso en un tratamiento contra el cáncer).
    • Ten en cuenta la magnitud de la mala noticia. ¿Qué tan mala es? ¿Intentas decirle a alguien que su gato murió o que perdiste tu trabajo? ¿Ha fallecido un familiar o amigo cercano? Si la mala noticia se relaciona contigo (como la pérdida de tu trabajo), los efectos serán diferentes en comparación a si el problema estuviera relacionado con la otra persona (como la muerte de su gato).

Parte3
Dar la mala noticia de manera efectiva

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    Da un indicio de la mala noticia antes de decirla directamente. Una frase de transición puede ayudar a la persona a prepararse para la inesperada mala noticia. Si bien es importante ser directo en lugar de irte por la tangente, por lo menos debes preparar a la persona para la posibilidad de una noticia desagradable.
    • Puedes utilizar frases como “Tengo una noticia triste que contarte”, “Acabo de recibir una llamada del hospital; ha ocurrido un accidente y…”, “He hablado con tu médico y…”, “No existe una manera sencilla de decirte esto, pero…”, etc.[7]
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    Si es correcto, reconforta a la persona. A medida que narras los hechos, reacciona a las emociones de la otra persona a medida que surgen reconociéndolas y abordándolas.[8] La parte más importante al momento de dar una mala noticia es lo bien que reacciones ante las emociones de la otra persona.
    • Establece la conexión entre la identificación de las emociones y la causa, y déjale en claro a la otra persona que comprendes dicha conexión. Para lograrlo, reconoce su reacción diciendo, por ejemplo: “Esto evidentemente es una sorpresa terrible” o “Puedo notar que estás realmente alterado y molesto con lo ocurrido”, etc.
    • Esto le permitirá a la otra persona saber que entiendes su dolor u otra reacción y que la has relacionado con la noticia que acabas de darle, sin emitir ningún juicio, hacer alguna suposición o tratar de minimizar sus emociones.
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    Acepta el silencio como una reacción positiva. Después de una mala noticia, no todos hacen preguntas o exigen respuestas. Algunas personas se quedan en estado de shock e incluso puede tardar tiempo para que asimilen la noticia. Si la persona en cuestión hace esto, coloca tu brazo alrededor de sus hombros y simplemente siéntate a su lado para demostrarle solidaridad empática.
    • Al momento de confrontar a la persona, ten en cuenta las convenciones sociales y culturales para evitar que la situación empeore.
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    Decide lo que harás después. No es malo dar malas noticias, pero debes tener una estrategia para el momento después de haberlo hecho. La acción puede evitar que una persona entre en un estado de shock y también puede darle una sensación de que está involucrada o haciendo algo para solucionar, controlar, lidiar o afrontar los resultados de la noticia. Ayúdala a decidir la manera de manejar esta noticia. Si se trata de la muerte de una persona, ¿qué hará tu amigo o familiar para lidiar con eso? Si se trata de la muerte de un gato, ¿de qué manera el dueño lo honrará? Si se trata de la pérdida de un empleo, ¿cómo encontrará uno nuevo?
    • Quizás puedes ofrecerte a llevar a esta persona a algún lugar, como al hospital, a que recoja sus pertenecías, a que consulte con un consejero, a ir a la policía o a cualquier otra parte que sea necesario.
    • Deja en claro lo que probablemente sucederá después, sobre todo en relación con tu propia participación. Por ejemplo, si eres médico y das una mala noticia sobre un tratamiento, podrías hacer un esquema de los pasos a seguir para que el paciente siga acudiendo a ti. Simplemente dile a la persona que podrá contar contigo o que volver para más exámenes puede ser una ayuda en sí.
    • Independientemente de la promesa que hagas para ayudar a la persona que recibe la mala noticia, asegúrate de cumplirla.[9]
    • Dale a la persona todo el tiempo posible y comprende su necesidad de lamentarse siempre que sea relevante.

lunes, 16 de julio de 2018

“El riesgo del amor es la pérdida y el precio de la pérdida es el duelo. Pero el dolor del duelo es solo una sombra cuando la comparamos con el dolor de no arriesgar el amor.”

viernes, 13 de julio de 2018

¿A dónde va el alma y el Espíritu después de muertos?

Según algunos, el alma muere junto con el cuerpo y el espíritu va a Dios para estar inconsciente hasta la resurrección. También dicen que el espíritu de un creyente y el espíritu de un incrédulo van al mismo lugar. ¿Es cierto esto?
En su consulta, podemos distinguir tres partes.
Número uno, la inmortalidad del alma.
Número dos, el estado del alma después de la muerte.
Número tres, el destino final de los incrédulos.
En este orden vamos a mostrar el punto de vista bíblico sobre estos asuntos.
Al referirme a la inmortalidad del alma, la Biblia enseña que el alma no deja de existir cuando el cuerpo muere físicamente. Ponga mucha atención a lo que dice Mateo 10:28: “Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed mas bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.”
¿Cómo es esto de que es posible que el cuerpo muera mas el alma no muera? La única explicación posible es que el alma está en capacidad de tener una existencia aparte del cuerpo y que esta existencia no está amenazada por ningún ser humano. Por lo pronto entonces sabemos que el alma puede existir perfectamente aparte o fuera del cuerpo.
Una pregunta obligada es: ¿Por cuánto tiempo puede vivir el alma fuera del cuerpo? Para responder esto, veamos lo que dice Mateo 25:46: “E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna”
Para nuestro propósito enfoquemos solamente en los adjetivos que acompañan a los sustantivos castigo y vida. En ambos casos vemos que el texto dice que son “eternos”. Por lo dicho, entonces, la Biblia enseña que el alma de una persona está en capacidad de existir aparte o fuera del cuerpo y que esa existencia es por la eternidad.
Consideremos ahora el segundo asunto. El estado del alma después de la muerte física de una persona. Normalmente se toma el texto que está en Eclesiastés 9:5 para afirmar la inconsciencia o sueño del alma después de la muerte. Veamos qué es lo que dice este texto: “Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido”
Lo que es necesario recordar es que aunque el libro de Eclesiastés es inspirado por Dios; ha sido escrito para dar a conocer el punto de vista de que todo es vanidad cuando se miran las cosas en el mundo quitando a Dios de en medio.
El rey Salomón, el escritor del libro, se apartó de Dios en su vejez. En su libro, Salomón expone su experiencia de que la riqueza y el poder son inservibles si Dios no está controlando la vida de una persona. Salomón resumió su experiencia en estas palabras: Vanidad de vanidades, todo es vanidad.
En Eclesiastés 9:5 comunica el punto de vista de la muerte desde una perspectiva en la cual no hay lugar para Dios. Esta es la perspectiva del mundo para la muerte. A los ojos del mundo, la tumba es el fin de todo, pero a los ojos de Dios la situación es enteramente distinta. Dios dice en su palabra que existe vida después de la muerte.
Observe lo que dice Lucas 16:22-25 “Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.”
Esto es lo que dice el texto bíblico. Muchos han tratado de debilitar la verdad presentada en este texto, argumentado falazmente que es una parábola y no una historia real. Pero se trata de una historia, no una parábola porque Jesús no dijo que fuera parábola, además, en ninguna parábola aparecen nombres propios como aparece en este pasaje bíblico.
Usted notó que se nos habla de un personaje llamado Lázaro y del renombrado Abraham. Muy bien, dando por sentado que estamos ante una historia, vemos que tanto el rico como Lázaro estaban muy conscientes después de muertos. El rico en un lugar de tormento en fuego y Lázaro en un lugar de dicha y felicidad llamado el Seno de Abraham.
Para hacer más trágica su situación, el rico no solo tenía conciencia de su estado desesperado en aquella llama, sino que también tenía conciencia de la bendición que rodeaba a Lázaro después de muerto.
Interesante que el rico también tenía conciencia del mundo de los vivos, aunque obviamente no podía comunicarse con el mundo de los vivos. Solo así se explica que el rico dijera a Abraham lo que tenemos registrado en Lucas 16:27-28 donde leemos: “Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento”
Es irrefutable el hecho que tanto el rico como Lázaro no estaban inconscientes o dormidos después de muertos. Tenían íntegras todas sus facultades.
Recapitulando lo dicho hasta ahora, el alma de una persona existe después que la persona muere físicamente, esa existencia es eterna. El alma nunca muere, y esa existencia es consciente. De la historia del rico y Lázaro hemos aprendido también que el alma de las personas justas existe por la eternidad en un lugar de bendición, y que el alma de las personas injustas existe por la eternidad en un lugar de tormento en fuego.
Hablando de esto último note lo que dice Apocalipsis 21:8 “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”
Este es el destino final del incrédulo, el lago de fuego y azufre.
Pero note el contraste. Veamos el destino final de los creyentes. 1ª Pedro 1:3-4 dice: “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros.”
Esto es lo que espera al creyente. Es algo muy diferente a lo que espera al incrédulo.
En conclusión entonces, amigo oyente, no vaya a dejarse engañar por doctrinas de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error. Es necesario que Usted se deje guiar solamente por lo que la Biblia dice. La palabra de Dios enseña, como hemos mostrado, que el alma del hombre es inmortal y que esa existencia es consciente, ya sea en el cielo para los que hemos recibido a Cristo como Salvador o en el infierno para los que han rechazado a Cristo como Salvador.
¿En qué lugar estará Usted? En cierto sentido es Usted quien debe decidir. La Biblia le ha mostrado lo que acontecerá con el alma después de la muerte. La Biblia le ha advertido sobre el peligro de que su alma vaya a parar al infierno. La Biblia le ha mostrado que para evitar eso, lo único que Usted necesita hacer es recibir a Cristo como su Salvador. Hasta allá llega la Biblia y hasta allá llega lo que yo puedo decirle amigo oyente. De aquí en adelante es cuestión de Usted. Si acepta el testimonio de la palabra de Dios y recibe a Cristo como Salvador el destino eterno de su alma será el cielo, pero si Usted rechaza el testimonio de la palabra de Dios y rehúsa recibir a Cristo como Salvador, el destino eterno de su alma será el infierno.
¿Qué decisión va a tomar? Si su decisión es recibir a Cristo como Salvador, comuníquese con nosotros inmediatamente, para poder enviarle literatura que le será de mucha ayuda para saber lo que debe hacer ahora que Usted es de Cristo.

jueves, 12 de julio de 2018

¿QUÉ SUCEDE
DESPUES DE LA MUERTE?
1.      En la lección anterior hablamos sobre la muerte, en qué consistía la muerte, que es la separación del alma y el cuerpo de la persona.  Pero … ¿qué sucede después de la muerte?  ¿Qué sucede al cuerpo? 
El cuerpo pasa a descomponerse si se ha enterrado sin cremación, y ya está hecho cenizas si se ha cremado.

Vaticano dicta nuevas normas para sepultura de muertos, cremación y dispersión de cenizas

2.      Pero ... ¿qué pasa con el alma?  ¿También muere?
El alma no puede morir, porque es inmortal. 
Nuestra alma, al morir, pasa a la eternidad, a la otra vida. 
Y al morir la persona, el alma que es inmortal puede ir a uno de 3 destinos:  Cielo, Infierno y Purgatorio.
3.      ¿Qué es el Cielo?
El Cielo es la opción para la cual fuimos creados, pues Dios desea comunicarnos Su completa y perfecta felicidad, que además es eterna - es decir, para siempre- llevándonos al Cielo, la patria hacia la cual caminamos, nuestro verdadero hogar, el sitio de la felicidad perfecta y total.
4.      ¿Cómo es el Cielo?
El Cielo es un sitio o estado de felicidad perfecta para siempre, libre de todo sufrimiento.
Pero lograr una descripción adecuada de lo que es el Cielo, con nuestras limitadas categorías humanas de tiempo y espacio, con la limitación de ideas y de lenguaje, es imposible.
5.      ¿Alguien ha descrito el Cielo?
San Pablo, quien según sus escritos pudo vislumbrar el Cielo, sólo puede referir que "oyó palabras que no se pueden decir: cosas que el hombre no sabría expresar ... ni el ojo vio, ni el oído escuchó, ni el corazón humano puede imaginar lo que tiene Dios preparado para aquéllos que le aman" (2a. Cor.12, 2-4 y 1a. Cor. 2,9).
MEMORIZACION – Cita y Texto:
Ni el ojo vio, ni el oído escuchó, ni el corazón humano puede imaginar lo que tiene Dios preparado para aquéllos que le aman" ( 1 Cor. 2,9).
6.      Y ¿por qué será que San Pablo no pudo describir lo que vio del Cielo?
San Pablo vio el Cielo y no lo pudo describir, porque nuestra capacidad de ideas y de expresión no alcanzan para describir algo infinito, para describir algo infinitamente maravilloso!
  Así es el Cielo, entonces:  indescriptible, inimaginable, insondable, inexplicable, para el ser humano, pues somos limitados para comprender y describir lo ilimitado de Dios ... y el Cielo es básicamente la presencia de Dios en forma clara, "le veremos tal cual El es" (1 Jn. 3,2).
 7.      ¿Qué es el Purgatorio?
 Es un sitio o estado de purificación,donde van las almas que no están suficientemente preparadas para ver a Dios cara a cara, porque al Cielo no entrará nada manchado (Ap. 21, 27b).
8.      ¿Cuánto tiempo dura la purificación en el Purgatorio?
De las opciones que tenemos para después de la muerte, el Purgatorio es la única que no es eterna.  Las almas que llegan al Purgatorio están ya salvadas, permanecen allí el tiempo necesario para ser purificadas totalmente.
9.      ¿Qué sucede a las almas que salen del Purgatorio?  ¿ A dónde van?
Las almas que llegan al Purgatorio ya están salvadas: la única opción posterior que tienen es el Cielo. Del Purgatorio pasan ya directamente al Cielo.
10.    ¿Es obligatorio creer en el Purgatorio?
   El Purgatorio es Dogma de Fe.  Todo Católico debe creer en el Purgatorio.
11.    Pero algunos dicen que el Purgatorio no aparece en la Biblia …
  A pesar de que la palabra purgatorio no aparece como tal en la Biblia, sí está descrita en 2 Macabeos 12, 41-40 y en:
MEMORIZACION – Cita y Texto:
"La obra de cada uno vendrá a descubrirse. El día del Juicio la dará a conocer ... El fuego probará la obra de cada cual ... se salvará, pero como quien pasa por fuego" (1 Cor. 2, 13-15).
12.    ¿Por qué hay que tratar de evitar el Purgatorio y llegar directamente al Cielo?
Es posible llegar al Cielo directamente.  Además, es deseable obviar el Purgatorio, ya que no es un estado agradable, sino más bien de sufrimiento y dolor, que puede ser corto, pero que puede ser también muy largo.
La purificación en el Purgatorio es "dolorosa".  Fíjense que la Biblia nos habla también de "fuego" al referirse a esta etapa de purificación. 
Tal vez la pena más dolorosa de la etapa de purgatorio sea la tardanza en poder disfrutar de la gloria de Dios 
  Cuando el alma se separa del cuerpo ya no quiere sino ver a Dios y estar y vivir en El.  Pero ha llegado la hora de ver a Dios, pero al no estar purificada totalmente el alma no puede.  Y eso causa un sufrimiento muy grande.
13.    Entonces ¿cómo hacer?  ¿Puede uno purificarse en la vida terrena?
  Sí es posible purificarse aquí en la tierra.  Y es posible llegar directamente al Cielo. 
Los Santos son ejemplos de esta posibilidad de purificación en nuestra vida terrena: ninguno ha llegado a la santidad sin purificarse a través del sufrimiento, la oblación, la entrega absoluta a los planes de Dios ... y algunos, hasta el martirio.

  Así, las oportunidades de purificación que nos presenta Dios Nuestro Señor a través de circunstancias dolorosas o adversas en nuestra vida deben verse, no como castigo, sino como lo que son: oportunidades de purificación, para disminuir u obviar el Purgatorio.
14.    ¿Qué es el Infierno?
Lo primero que tenemos que saber es que el Infierno es “Dogma de Fe”, es decir, de creencia obligatoria para los Católicos.
Y es de los dogmas de nuestra fe que presenta mayor número de textos de la Sagrada Escritura que lo sustentan.
Pero sucede que aparece con diferentes nombres:   abismo, horno de fuego, fuego eterno, lugar de tormentos, lugar de tinieblas, gehena, muerte segunda, fuego inextinguible etc.
En resumidas cuentas, el Infierno forma parte, junto con el Cielo y el Purgatorio, de las opciones que nos esperan para la otra vida. 
Y es la opción que hay que evitar a toda costa!
15.    ¿Cómo es el Infierno?
Es un sitio o estado de castigo para siempre, de fuego eterno que no extingue, ni se extingue.  Pero el peor tormento del Infierno será la separación de Dios para siempre.
 16.    ¿Cómo sabemos que existe?
Porque el mismo Jesucristo nos ha hablado del Infierno:
MEMORIZACION – Citas y textos:
  "Los malvados ... los arrojará en el horno ardiente. Allí será el llanto y el rechinar de dientes" (Mt. 13, 42).
"Y a ese servidor inútil échenlo en la oscuridad de allá afuera: allí habrá llanto y desesperación" (Mt.25,30).
"Malditos: aléjense de Mí, al fuego eterno" (Mt. 25, 41).
17.    ¿Ha habido otras revelaciones del Infierno? 
Entre los secretos que reveló la Santísima Virgen María a los pastorcitos de Fátima, está una visión del Infierno, que les dio en una de sus apariciones.  Sor Lucía nos dejó dicho:  "Algunas personas, también piadosas, no quieren hablar a los niños pequeños sobre el Infierno, para no asustarlos. Sin embargo, Dios no dudó en mostrar el Infierno a tres menores y una de ellas contando apenas seis años".
Por más que Lucía describe lo que ella y los otros dos videntes vieron, no es posible imaginar cómo es el Infierno. El Infierno es un lugar de dolor y horror -más de lo que podemos pensar y suponer- al que son arrojadas las almas que en la tierra desperdician las gracias de salvación que Dios en Su infinita Bondad, nos otorga a todos.
También los videntes de Medyugorie han visto el Infierno y además el Purgatorio y el Cielo.  Hay Santos que han tenido visiones y/o vivencias del Infierno: Sta. Teresa de Jesús, San Juan Bosco y Sta. Faustina Kowalska.
18.    ¿Cómo puede alguien llegar al Infierno?
  Para que alguien se condene es necesario que tenga una aversión voluntaria a Dios, un enfrentamiento o una rebeldía contra El y, además, que persista en esa actitud hasta el momento de la muerte (cfr. Catecismo de la Iglesia ICatólica # 1037).

El infierno
(Papa Francisco 9-marzo-2015)
Unos niños y jóvenes le hicieron algunas preguntas al Papa Francisco. Una de ellas fue por qué si Dios es bueno existe el infierno. El Papa respondió que “Dios perdona todo, pero saben que había un ángel muy orgulloso, muy orgulloso, que era muy inteligente, y tenía envidia de Dios, ¿entienden? Quería ser Dios. Y Dios quiso perdonarlo, pero él decía: ‘Yo no tengo necesidad de perdón, ¡me basto a mí mismo!’”.
Por tanto, “al infierno no te mandan: si vas es porque lo eliges tú. El infierno es querer alejarse de Dios porque no quiero el amor de Dios. El diablo está en el infierno porque él lo ha querido: nunca más tener relación con Dios. Pero si tú eres un pecador, si fueras un pecador tremendo, con todos los pecados del mundo, todos y después te condenaran a la pena de muerte, y cuando estás allí, blasfemas, insultas, muchas cosas… Y en el momento de ir allí, a la pena de muerte, cuando estás a punto de morir, miras al Cielo <y dices: ‘¡Señor! ¿Dónde vas, al cielo o al infierno?”.
A su pregunta, el Santo Padre respondió: “al cielo, porque había otro que era un ladrón, pero un ladrón de aquellos… y fue crucificado al lado de Jesús. Y uno de estos dos ladrones insultaba a Jesús. Este no creía en Jesús; soportaba los dolores hasta la muerte. Pero en un momento, algo se movió en su interior y dijo: ‘Señor, ¡ten piedad de mí!’. ¿Y qué dijo Jesús? ‘Hoy estarás conmigo en el Paraíso’”.
Así que “va al infierno solamente aquél que dice a Dios: ‘No te necesito, me arreglo yo sólo’, como ha hecho el diablo que es el único del que estamos seguros que está en el infierno”.

19.    ¿Qué nos espera, entonces, después de la muerte?
         Hemos nacido y vivimos en esta tierra para pasar de esta vida a la eternidad.  Y allí habrá o "Vida Eterna" en el Cielo, al que podemos llegar directamente o pasando antes por un tiempo de purificación en el Purgatorio ... o habrá "muerte eterna" en el Infierno.
20.  ¿Cómo evitar el Infierno? ¿Cómo evitar, también, el Purgatorio?
   La receta es clara:
.        buscar la Voluntad de Dios y no la propia,
.        rechazar el pecado,
.        arrepentirse de los pecados y confesarlos
.        aprovechar las gracias de la Santa Misa y la Eucaristía
. aprovechar las oportunidades de conseguir "indulgencia plenaria", la cual nos borra el tiempo de purificación que tendríamos que pasar en el Purgatorio.
.  aprovechar la Fiesta de la Divina Misericordia cada año en el   domingo posterior al Domingo de Resurrección (Segundo Domingo de Pascua), en la cual, cumplidas las condiciones de Confesión mínimo 8 días antes, Comunión el mismo día y una breve oración por el Papa y sus intenciones, nuestra alma queda como recién bautizada.
.        es muy importante saber utilizar las posibilidades de purificación que nos presenta el Señor a lo largo de nuestra vida.
Los sufrimientos no deben verse como se suelen ver: negativamente.   Los sufrimientos son gracias de purificación, es decir, oportunidades de purificarnos aquí en la tierra. El sufrimiento, entonces, tiene valor redentor y efecto de purificación.
ORACION
Gracias, Dios mío, porque me has hecho para el Cielo,en que te veremos cara a cara 
y podremos disfrutar de esa felicidad total y completa para toda la eternidad!
Quiero, Señor, aprovechar todas las gracias de salvación
que nos das continuamente
para llegar al Cielo que has prometido a los que te aman 
y viven según tu Voluntad.
Sabemos que fuimos hechos para el Cielo y allí queremos llegar.
Sálvame, Señor, para que no me pierda en el Infierno.
Que si peco, me arrepienta y confiese de inmediato,
para vivir en gracia y así estar siempre preparado para la muerte.
Santísima Virgen María, Madre mía, ayúdame a también evitar el Purgatorio.
Que pueda purificar mis pecados en esta vida,
con la oración, el arrepentimiento y la confesión,
las obras buenas, con la Misa y Comunión,
y también aceptando los sufrimientos que pueda tener en mi vida,
imitando a tu Hijo Jesucristo en sus sufrimientos por nuestra salvación.
Amén.

miércoles, 11 de julio de 2018

LA QUANTUM CONSCIOUSNESS AFIRMA QUE NUESTRA CONCIENCIA EXISTE INDEPENDIENTEMENTE DE LA SUSTANCIA MATERIAL Y SOBREVIVE AUN DESPUÉS DE LA MUERTE DE UN CUERPO FÍSICO
Entre el materialismo y el espiritualismo, surgen múltiples cuestiones en torno a la conciencia: ¿hacia dónde se va nuestra alma después de morir?, ¿nuestra esencia desaparece cuando nuestro cuerpo muere? A estas preguntas las acompaña una serie de obras literarias y cinematográficas que reproducen las hipótesis en torno a las ondas lentas del cerebro a un nivel subatómico que abandonan el cuerpo después de la muerte. A ello se le llamó conciencia cuántica –o quantum consciousness.
Entre los principales estandartes de este movimiento están el físico Roger Penrose y el médico Deepak Chopra, quienes consideran que lo que se resguarda en nuestra mente no es forzosamente un producto de nuestro cerebro y que nuestra conciencia existe independientemente de la sustancia material. En consecuencia, la muerte de nuestro cuerpo físico no es el fin de nuestra conciencia. Sin embargo, ¿cuáles son los puntos débiles de esta ola?
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De acuerdo con Michael Shermer, colaborador de Scientific American, existen tres puntos principales que se contraponen a la teoría cuántica de la conciencia:
Primero, los defensores de este movimiento consideran que la identidad personal se encuentra en los recuerdos, los cuales están grabados en el cerebro, de modo que de ser posible, se pueden copiar y pegar en una computadora, duplicar e implementarse en un cuerpo renacido. No obstante, la memoria no trabaja como una máquina sistematizada: es un proceso que se encuentra editándose de manera fluida y continua, que depende principalmente de las neuronas cerebrales. Shermer explica que si bien es verdad que los recuerdos desaparecen momentáneamente cuando uno se duerme y se despierta cada mañana o cuando se está bajo los efectos de la anestesia quirúrgica, éstos regresan aun después de una crisis de hipotermia o detención de la circulación sanguínea. Es decir, cuando el cerebro de una persona se encuentra en un estado de hipotermia se detiene su actividad eléctrica y, por lo tanto, se sugiere que la memoria a largo plazo se almacena estáticamente ahí, en alguna parte de las neuronas inmóviles. No obstante, ello no puede suceder cuando el cerebro muere, pues cuando se deja de recibir oxígeno del corazón las neuronas mueren y, en consecuencia, los recuerdos almacenados en el cuerpo.
En segundo lugar, otra suposición es que al copiar el connectoma del cerebro –el diagrama de las conexiones neuronales– en una computadora o en un self físico de alguien revivido, sería como despertar de un largo sueño. Desgraciadamente, eso no es posible, pues “la copia de tus memorias, tu mente o incluso tu alma, no eres tú. Es una copia de ti, igual que un gemelo y ningún gemelo se ve como su hermano o piensa ‘Aquí estoy’”. Ni la duplicación ni la resurrección pueden dar instancia a un ser vivo en otro plano de la existencia.
Y finalmente, la identidad o el self es mucho más que la suma de los recuerdos: es el proceso cognitivo de una metaconciencia –estar consciente de la conciencia. Con esto se quiere decir que aun cuando sea posible transferir los recuerdos hacia otro contenedor, este último no sería tampoco nuestra esencia porque se trata de una continuidad del self de un momento a otro.
Para Shermer, esta toma de conciencia en torno a la mortalidad podría estar enfocada en la relevancia de cada momento, cada día, cada vínculo social; es decir, en relacionarse profundamente con el mundo y con las otras personas para darnos un objetivo y un sentido a lo largo de nuestra vida: “Somos únicos en el mundo y en la historia, geográfica y cronológicamente”. Incluso, agrega el colaborador:
nuestros genomas y connectomas no pueden ser duplicados, por lo que nosotros somos individuos garantizados con conciencia en torno a nuestra mortalidad y metaconciencia de lo que eso significa. […] La vida no es una etapa temporal antes del gran show de después –es nuestro proscenio personal en el drama del cosmos en el aquí y el ahora.
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